Mientras escucháis el sonido de la vihuela, instrumento favorito de los músicos españoles durante el Renacimiento, podéis observar unas imágenes de unas partituras de la época.
La primera, como veis, tiene forma de corazón y el texto es el de una canción de amor. Qué detalle ¿verdad? Estos músicos cuidaban tanto la música como la estética y querían que lo visual se correspodiera con lo sonoro.
Lo mismo ocurre en esta partitura, un rondó escrito en un pentagrama circular, que la verdad, marea un poco... pero es bonita.
En un orden más práctico, tenemos otra partitura para ser cantada a tres voces por tres personas sentadas a una mesa, por lo que la parte que canta cada uno, se lee de cara a su lado. Una manera de ahorrar papel y de estar juntitos a la hora de cantar.
Por último, os muestro un tipo de partitura del Renacimiento llamado tablatura en el que las notas son sustituidas por las indicaciones de las posiciones de los dedos en los instrumentos de cuerda. Esta es la partitura de la obra que estáis escuchando, que aunque tiene un título raro y rural (Guárdame las vacas), fue un tema muy popular en la época.
Y para los que hayáis olvidado de cómo es una vihuela...
Que lindo! Cuanta información ! Muchas gracias
ResponderEliminarmuuuuy bonitaaa la paginaaa :)
ResponderEliminar